
AREQUIPA
Historia
Su nombre proviene del quechua «Ari-que pay», que significa «Sí, quedaos». Arequipa se ubica en el punto donde se dividen el área andina central y el centro-sur andino, de modo que se incorporan a esta área los valles que están al sur del Río Sihuas. La separación se hizo más ostensible en la época del Imperio Wari, que ocupó los valles del norte, hasta el Sihuas.
La época de mayor apogeo se identifica con la Cultura Churajón, que tiene una extensa ocupación de los valles de Arequipa, con poblados muy densos y grandes proyectos agrícolas que se expresan en obras de riego, andenerías y valles plenamente dominados. En Arequipa hay sitios importantes como Casapatac, Sabandía o Churajón, que indican una densa población. En los valles del norte se desarrolló,en la misma época que Churajón, la Cultura Chuquibamba, con extensiones en las provincias sureñas de Ayacucho y con contactos con el Cusco.
Los asentamientos de esta cultura, generalmente identificada con los Collaguas, son especialmente notables en el Valle del Colca. Por Arequipa, los Incas descendieron a la región Yunga en busca de nuevas conquistas. En las faldas del Volcán Misti los conquistadores españoles encabezados por Manuel de Carbajal fundaron la Ciudad de Arequipa.
En la época Republicana ocurrieron aquí memorables revoluciones como las de Ramón Castilla, Mariano Prado, Nicolás de Piérola, Sánchez Cerro y otras por los que han sido llamados «caudillos colectivos». Arequipa se ha convertido en el centro del complejo económico del sur del Perú y es uno de los departamentos productores de leche más importantes del País.




Geografía
Turismo
Tiene como fondo al imponente y bello cono volcánico del Misti. Además, podemos encontrar hermosos balnearios como Mejía, Mollendo y Camaná, y baños termo-medicinales como Yura, Socosani y Jesús.
El Cañón del Colca, ubicado en la Provincia de Caylloma, tiene más de 100 km de largo, y su profundización se inicia varios kilómetros después de Chivay, llegando al punto más profundo a 3,400 mts. Se le considera el más profundo del mundo. La zona del Colca es muy apropiada para la práctica del turismo de aventura (canotaje, kayak, trekking).
La Reserva de Aguada Blanca es una de las principales reservas para la reproducción de la vicuña, esbelto camélido americano que posee el pelo más fino para tejidos de gran calidad.



























Costumbres

La Familia Tipica Arequipeña
La Familia Tipica Arequipeña
Las típicas familias aristocráticas de la cuidad, desde la época colonial vivieron en casonas señoriales de dos o tres patios - como la que están visitando -, se caracterizaron por ser numerosas en hijos y familiares y muy católicas, tradicionales en sus valores y costumbres de marcado acento español. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Costumbre Familiar
Costumbre Familiar
Cada familia aristocrática arequipeña, tenía entre sus hijos a un varón que vestía la sotana para predicar la palabra de Cristo, y una hija, que desde muy niña acudía al monasterio de Santa Catalina ya que algunos años más tarde vestiría los hábitos para servir al Señor, mortificando su cuerpo para perfeccionar su alma, y orando innumerables horas de su vida por las almas que libraría del Purgatorio. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Religiosas cantando o rezando
Religiosas cantando o rezando
El prestigio de la casa de recogimiento dominica de Arequipa fue reconocido en el virreinato peruano, por ello, entre las religiosas de la orden de Santo Domingo de Guzmán, a lo largo de la historia de la institución, algunas vinieron a enclaustrarse desde Madrid, Barcelona y Sevilla, y también de Lima, Cusco, valle del Colca, La Paz y Oruro Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

En la lavandería, criadas lavando manteles
En la lavandería, criadas lavando manteles
Las religiosas ingresaban al Monasterio con una dote en ajuar, muebles, utensilios, etc.; y con criadas para ayudar en las labores cotidianas como en el lavado y planchado, cocina, limpieza; para que la religiosa únicamente se dedique a servir a Dios. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Preparación de jabones y perfumes
Preparación de jabones y perfumes
Algunos días las religiosas trabajaban en conjunto en la elaboración de perfumes de pétalos de flores de los jardines del Monasterio, las esencias eran destinadas a perfumar con diferentes aromas los manteles de los altares de las iglesias, monasterios y de cada oratorio de cada celda. También fabricaban jabones de perejil, cuya receta secreta, hasta ahora se custodia y aún se siguen preparando para las arrugas y piel áspera Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Visita de los familiares
Visita de los familiares
La vida religiosa exigía apartarse del mundo en el espacio sagrado femenino, por ello los familiares que visitaban a sus parientes en clausura, lo hacían sólo un día a la semana y se comunicaban a través de los locutorios por breves minutos y hablando sólo lo indispensable; los tornos, eran para dejar algunos víveres o peticiones escritas para rezos por el alma de alguna persona enferma o fallecida. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Beatificación de Sor Ana de los Ángeles
Beatificación de Sor Ana de los Ángeles
A lo largo del siglo XVI, vivió en el Monasterio de Santa Catalina sor Ana de los Ángeles Monteagudo, religiosa dominica que llevó una vida ejemplar sirviendo al Señor y también admiró a la población por sus dones de premonición, bilocación y levitación. A su muerte, se inició el proceso de beatificación cuya primera parte culminó el 2 de febrero de 1985, cuando Su Santidad Juan Pablo II, llegó a Arequipa para beatificar a Sor Ana. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Peregrinación al santuario de Chapi
Peregrinación al santuario de Chapi
Desde inicios del siglo XX, la devoción a la virgen Candelaria, se incrementó por las numerosas peregrinaciones, en algunos casos a dicha imagen se la bautizó con el nombre del lugar, es el caso de la Virgen de Chapi, cuyo culto se remonta al siglo XVI y fue traída por primera vez a la ciudad en 1984 para aplacar una sequía que estaba asolando la región. Fue trasladada en helicóptero a Arequipa y luego de una misa en la Catedral, la Mamita de Chapi como también es denominada, cumplió el ansiado milagro y acabó con la sequía. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Una procesión con la virgen de la Asunción
Una procesión con la virgen de la Asunción
La ciudad de Arequipa fue fundada por los españoles un 15 de agosto de 1540, titulándola Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunción, de esta manera la población quedaría bajo la advocación de la Virgen María como protectora contra todos los males que azotaron a la población mistiana. Pintor: + Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Juegos Pirotécnicos
Juegos Pirotécnicos
Cada víspera de una festividad religiosa, se hacía la entrada de 'capo' - leña para una fogata - y las cofradías o hermandades corrían con los gastos de la construcción de espléndidos fuegos artificiales integrados por torres de cañas adornadas por luces de diferentes colores, que resaltaban el arte tradicional de los pirotécnicos mistianos. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Terremotos
Terremotos
Una decena de terremotos trajeron abajo parte o la ciudad, dejándola en ruinas que, al poco tiempo fueron reedificadas por los arequipeños. El movimiento telúrico más devastador ocurrió en febrero de 1600 cuando el volcán Huaynaputina -'Putina el Joven' erupcionó y causó dos terremotos y una nube de cenizas que cayó sobre la ciudad por quince días consecutivos, constituyéndose en el desastre más devastador del Sur Andino. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Una revolución, el pueblo alborotado
Una revolución, el pueblo alborotado
Una de las raíces de la idiosincrasia arequipeña se formó en el siglo XIX, el pueblo arequipeño se forjó valiente y combativo en las barricadas y protestas callejeras; es el religioso Juan Gualberto Valdivia Cornejo (el Dean Valdivia) quien inició y lideró las revoluciones contra los abusos del gobierno y centralismo, marcando estos sucesos a los arequipeños. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Arequipa, la cuna del derecho
Arequipa, la cuna del derecho
Nuestra ciudad ha tenido entre sus numerosos hijos ilustres a científicos, escritores, y políticos; entre ellos destacan Víctor Andrés Belaúnde y José Luis Bustamante y Rivero, ambos patricios aportaron con sus obras al derecho peruano e internacional, además de acuñar el término 'Peruanidad', que es el sentimiento o amor de cada uno de nosotros hacia nuestro querido país. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

María Nieves y Bustamante
María Nieves y Bustamante
La escritora más importante de Arequipa fue María Nieves y Bustamante, quien publicó 'Jorge o el hijo del pueblo', novela que retrata el idilio a fines del siglo XIX entre una modesta y atractiva yanahuarina y un joven adinerado de la ciudad, que tiempo después la olvida a ella al igual que a su hijo. María Nieves, con indudable modestia señalaba: 'sólo he querido ser el espejo de mi pueblo'. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Arequipa cuna del yaraví
Arequipa cuna del yaraví
Del arawi o jarawi, canto incaico triste y melancólico proviene como descendiente mestizo con elementos hispanos como la lengua - arequipeñismo - y las cuerdas de una guitarra, el yaraví, único género musical en el mundo, cuyo máximo representante fue Mariano Melgar, compositor e intérprete en las chicherías, prócer de la Independencia del Perú y héroe de la juventud arequipeña. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Mercado en la Plaza de Armas
Mercado en la Plaza de Armas
El corazón de la ciudad siempre ha sido la Plaza de Armas, en la cual se formaron tropas reales, revolucionarias y nacionales, fue y es el escenario de procesiones, desfiles, trifulcas y exhibiciones de toda índole. También fue el mercado de la ciudad, al cual llegaban de las chacras del valle del río Chili, Vítor, Majes y Siguas, innumerables productos que fueron consumidos en las mesas de los diferentes barrios de la ciudad. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

El tranvía cruza el puente Grau
El tranvía cruza el puente Grau
En el último tercio del siglo XIX, se edificó el segundo puente de la ciudad, unió el barrio de San Lázaro con Yanahuara, cerca al convento de La Recoleta Franciscana. Fue denominado el nuevo puente y luego de la Guerra de Pacífico, se le dio el nombre del héroe nacional Miguel Grau 'El Caballero de los Mares'. Años más tarde, fue la edificación por la cual el tranvía pasaba y movilizaba a la población 'ccala' - citadino - y 'loncca' - agricultores y campesinos de los alrededores. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Labrando el sillar y forjando fierro
Labrando el sillar y forjando fierro
El tufo volcánico de las quebradas y canteras, que conocemos como sillar, sirvió a la llegada de los españoles de marcos de puertas y ventanas, fachadas y edificaciones políticas, religiosas y civiles que se han mantenido hasta nuestros días; el sillar, maleable, moldeable, trabajado por indios de la zona, logró una singular armonía con el fierro forjado de rejas, puertas y ventanas, faroles, bisagras, chapas y cerraduras, magnífica unión de elementos arquitectónicos y muy representativos de Arequipa. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos

Un artista pintando
Un artista pintando
El paisaje de la campiña mistiana, las iglesias, los conventos, las calles de la ciudad o de uno de sus pueblos aledaños, picanterías, revoluciones y las diferentes escenas de la vida cotidiana arequipeña, han sido los motivos de los pintores arequipeños de mucho prestigio a nivel nacional que han destacado en las diferentes técnicas y modalidades, siendo muchos de ellos autodidactas o formados en los claustros agustinos. Pintor: Sr. José Luis Pantigoso Rodríguez. Historiador: Sr. Alejandro Málaga Núñez-Zeballos